La UNIR diseña un proyecto para prevenir múltiples riesgos en Internet
Por primera vez, se abordan de manera conjunta desde el cyberbullying hasta el grooming, el abuso online en pareja y los problemas con los videojuegos y las apuestas digitales

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha diseñado un proyecto para prevenir múltiples riesgos de Internet como el creciente cyberbullying, el sexting, el grooming, las apuestas digitales, el abuso online en la pareja, la nomofobia (miedo a salir de casa sin el teléfono móvil) o los problemas con los videojuegos. «Son problemas tradicionales pero que Internet ha trasladado al ámbito digital, lo cual no implica que su calado y repercusión sean menores, al contrario», explican los promotores del proyecto Safety.net, programa pionero de prevención, que aborda todos los riesgos ya mencionados.
«Hasta la fecha son numerosos los diseñados con éxito para reducir problemáticas concretas, sobre todo el ciberacoso, pero con Safety.net se quiere ir más lejos y abordar un mayor número de riesgos. Es como un antibiótico de amplio espectro, porque los adolescentes están expuestos a multitud de problemáticas, y es probable que un menor presente más de un riesgo», ha explicado Joaquín González-Cabrera, responsable del grupo de investigación de Ciberpsicología de UNIR.
La iniciativa parte de un convenio con la Fundación Educativa Francisco Coll (FEFC) para diseñar, implementar y evaluar esta herramienta multirriesgos de Internet entre los alumnos de 6º de Primaria y 2º de ESO en sus 17 centros educativos repartidos en siete comunidades autónomas.
En concreto, se desarrollará durante los cursos 2019-20 y 2020-21 y se beneficiarán más de un millar de estudiantes. Se trata del segundo acuerdo entre ambas entidades después de que, en 2017, se suscribiera uno para impulsar la investigación y formación en materia de acoso y ciberacoso.
«Llevamos ya cinco meses implicados en este proyecto y tenemos desarrollado un 40 por ciento del mismo, para lo cual estamos trabajando activamente con expertos en estas problemáticas, así como con docentes y alumnos de un centro de FEFC», ha comentado González-Cabrera.
«Queremos dar herramientas y estrategias a los colegios para trabajar con el bienestar psicológico de sus alumnos y mejorar su convivencia, lo que suele asociarse con un mayor rendimiento escolar», ha añadido el investigador y líder de una iniciativa en la que también participan Aitor Álvarez Bardón y Jessica Ortega-Barón (docentes de UNIR) y Juan Manuel Machimbarrena, de la UPV-EHU. En un futuro, podría utilizarse en cualquier centro educativo que desee prevenir estas situaciones.
«Nuestros colegios se caracterizan por su calidad educativa en un ambiente de acogida, cercanía, diálogo y familia. No podemos dejar que estas problemáticas y el buen nivel de convivencia alcanzado a través de programas de mediación educativa, entre otros, se vean amenazados por el riesgo que supone que los jóvenes se aventuren en realidades virtuales de forma poco consciente», ha explicado Francisco Barrientos.
Para el responsable pedagógico de la FEFC, «todas las actuaciones para educar a nuestros alumnos en la prevención de cualquier situación de conflicto con otros y, en definitiva, con ellos mismos, suponen invertir en su futuro y contribuir a la mejora de la sociedad».
Cuatro bloques temáticos
El programa tendrá también su versión web donde se accederá a todo tipo de materiales, desde documentos de textos a recursos gráficos y audiovisuales. Los mismos que conformarán los cuatro bloques temáticos enfocados a los alumnos en los que se divide el proyecto.
El primero de ellos versa sobre competencias digitales generales, seguidos de otros dos donde se desarrollan riesgos como el sexting, grooming, nomofobia, cyberbullying, las apuestas o el abuso online en la pareja. El cuarto y último consistirá en un módulo sobre capacitación personal para proveer a los alumnos de herramientas psicosociales como son la inteligencia emocional en el contexto online o habilidades de afrontamiento de conflictos para superar y negociar estos problemas.
Habrá un apartado específico enfocado en los observadores, aquellas personas testigo de alguna de estas situaciones pero que optan por no denunciarlos, por lo que su silencio las convierte en involuntarias cómplices.
Pero no serán los únicos receptores, puesto que unos 400 profesores de Primaria, ESO y Bachillerato recibirán una formación específica cada año sobre los riesgos de Internet.
Además, ambas instituciones trabajan con asociaciones de madres y padres de cada uno de los centros escolares para realizar, al menos, dos sesiones con las que formar y concienciar sobre dicha temática.
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