La Rioja llama en Semana Santa
La ocupación hotelera y rural para estas fiestas va del 75% del jueves, al 100% del viernes y sábado. La región ofrece cientos de actividades desde esquí, a vino, procesiones y cultura

Bárbara Moreno / Logroño
La Semana Santa se está convirtiendo en una de las fechas más importantes también para el turismo de La Rioja, aunque la época de vendimia sigue siendo el mayor reclamo para los turistas que visitan la región. A día de ayer, la reserva de la ocupación hotelera iba del 75% al 100%, y en el caso de la rural, al 90%.
El director general de Cultura y Turismo de La Rioja, Eduardo Rodríguez Osés, es consciente de que al menos el 70% de los turistas que llegan a La Rioja en el año realiza alguna de las actividades que tienen que ver con el enoturismo. Pero, en el caso de la Semana Santa, quiere ponderar muchas más actividades que ofrece la región. Así, además de la gran demanda que hay para muchas bodegas que incluso ya tienen sus reservas completas, explica que, “para empezar”, este año se ofrecer el esquí de Ezcaray, dado que han decidido dejar abierta la estación de Valdezcaray 15 días más, dado que hay mucha nieve, (en otras semana santas no ocurre).
Y entre otras actividades se ofrece por ejemplo: En Rioja Baja, Contrebia Leukade con visitas especiales; está abierto el nuevo museo paleontológico de Enciso, o el Barranco Perdido y en Arnedo se ofrece el jueves el Día del Ajo Asado. En Rioja alta los monasterios estarán abiertos.
“Y no nos podemos olvidar de las tradiciones religiosas”. Además de las procesiones de Logroño, “que cada vez atrae a más visitantes, en especial extranjeros porque es un real atractivo de la cultura española”, Rodríguez no se quiere olvidar ningún evento como los Picaos de San Vicente, el Paso Viviente de Calahorra o la tradición medieval de Cornago, entre otros.
La ocupación
A pesar de los pronósticos de lluvia que dan, lo cierto es que los turistas han hecho muy buena reserva para estos días. Desde la Asociación de Hoteles de La Rioja, su presidente, Demetrio Domínguez, explicaba ayer que ya hay un 75% de reservas para el jueves, y para el sábado rozando el 100% en muchos establecimientos (el domingo ya casi no contaría, aunque tienen el 50%). Dominguez considera que “tenemos tantos recursos en tres días que somos un destino inigualable”, y se refirió a citas en Rioja Baja como en Alta, “a la gastronomía en toda la región, la naturaleza, la nieve y por su puesto, La Rioja con tierra de vino”.
Desde Ascarioja, la Asociación de Casas Rurales que acoge a 80 de las 140 que hay inscritas en La Rioja, su presidente, Joaquín Sanz, explicaba ayer que el portal Toprural decía que La Rioja es la tercera comunidad con más ocupación rural en Semana Santa, detrás de Extremadura y Navarra. Y así parece ser, indica que llevan tres años con una línea ascendente de turistas, y para Semana Santa están al 90% de ocupación.
Para Sanz, sus clientes son gente que quiere pasar estos tres días en familia, “con comodidad como ofrecemos con nuestras casas, en pueblos, y quieren tranquilidad y alejarse de los grandes núcleos”. La mayor parte de los visitantes que eligen casas rurales de La Rioja son viajeros de las grandes ciudades de País Vasco y Madrid. Eso sí, es consciente de que, ya que están en La Rioja, “aprovechan y visitan bodegas”.
Enoturismo como reclamo
La Semana Santa es una de las épocas del año que más turistas atrae a La Rioja en busca del vino. Y, por tanto el enoturismo vuelve a ser el gran reclamo ya que el 80% de los turistas que llegan a La Rioja buscan este turismo de bodegas, acompañándolo con la gastronomía que ofrece la zona, según indican desde el sector.
Los bodegueros están convencidos. Desde la Asociación Bodegas Familiares de Rioja, Leire Tejada, de Bodegas Bohedal, una de las más veteranas en ofrecer enoturismo de Rioja, explica que los turistas que llegan a La Rioja buscan vino, sus catas, sus paisajes y su gastronomía pareja, y aunque vengan también buscando tranquilidad, nieve, cultura o tradición, “acaban visitando una bodegas, o desarrollando una actividad que tenga que ver con una bodega”.
En cualquier caso, explica que septiembre y octubre es la época del año en la que más turistas vienen a La Rioja buscando enoturismo, si bien, son conscientes de que cada vez están creciendo más las visitas en estas fechas típicas de turismo de interior. Los turistas más asiduos, explica Tejada, son País Vasco, Madrid y Barcelona. Y cree que hace cuatro años que comenzó la ‘moda’ del enoturismo, y va in crescendo.
Desde Bodegas Familiares Matarromera por ejemplo, son conscientes de la importancia del enoturismo, es de las más recientes que se han subido a este tren en La Rioja. Explican que Carlos Moro ha apostado por el enoturismo de una manera trascendente y decidida en el año 2005 en Ribera del Duero. En Rioja desembarcó en 2014 con la bodega que lleva su nombre en San Vicente de la Sonsierra, y en 2015 vivieron la primera vendimia. En mayo de 2016 abrieron las puertas al enoturismo después de haber adaptado y mejorado las instalaciones. “El objetivo principal de Bodega Carlos Moro de impulsar la cultura del vino se ve fortalecido por la experiencia enoturística en esta zona desde hace décadas”.
Por otro lado desde Carlos Moro creen que para este sector la primavera es una época atractiva para atraer a turistas por la belleza del viñedo, mientras que el otoño permite ver más actividad, con la vendimia, una oferta que resulta muy atractiva para el visitante.
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