Los acusados por los incidentes de la huelga de 2012 reiteran su inocencia
El fiscal pide para Pablo Alberdi y Jorge Merino penas de prisión de seis años y nueve meses y dos años, respectivamente. Uno de los tres acusados ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía una pena de seis meses de cárcel

Feli Agustín / Logroño
El único caso que queda pendiente en nuestro país por los incidentes acaecidos en la huelga del 14 de noviembre de 2012 comenzó ayer a juzgarse en el Penal 1 de Logroño en medio de una gran expectación, con más de un centenar de personas arropando a los acusados a la entrada del Palacio de Justicia y con la presencia en la sala de, además de familiares y amigos, la abogada Cristina Almeida y la diputada nacional de Podemos Sara Carreño.
En una agotadora jornada, que se prolongó durante más de siete horas, prestaron declaración los dos acusados, Pablo Alberdi y Jorge Merino, miembros del sindicato CNT, y los cuatro responsables del operativo policial desplegado cuando presuntamente ocurrieron los hechos que se juzgan, una vez concluida la multitudinaria manifestación -que según fuentes policiales congregó a 14.000 personas- que cerró la huelga general del 14 de noviembre de 2012 convocada contra la reforma laboral, y que finalizó en la Concha del Espolón, frente al Palacete del Gobierno regional.
En la vista se juzgó también a un tercer encausado, miembro de UGT, a quien Fiscalía pedía cuatro años de prisión por dos delitos de desórdenes públicos y atentado, pero que pactó con el Ministerio Público reconocer uno de lesiones, por lo que la pena impuesta ha sido de seis meses, sustituibles por una multa de 720 euros, que ha de abonar antes del lunes que viene.
Por lo que respecta a los dos acusados que están siendo juzgados, Fiscalía y el abogado del Estado piden para Pablo Alberdi una pena de seis años y nueve meses como presunto autor de los delitos de desórdenes públicos, atentado y lesiones a un agente [le acusan de haberle lanzado una piedra]; y a Jorge Merino, dos años de prisión por desórdenes públicos.
Antes de la declaración de ambos acusados, que desde 2013 han hecho pública su identidad cuando se creó la plataforma Stop Represión, se visionaron en la sala nueve videos, todos ellos aportados por la defensa, ante la «sorpresa» del abogado de Alberdi de que las acusaciones no aportaran ninguna grabación.
Las grabaciones
En ellas, se observa a Merino y a otro miembro de CNT arengando a los manifestantes, con lemas como ‘El lenguaje del patrón solo entiende boicot, huelga y sabotaje’ y, aunque sí es cierto que se escucha a la multitud lanzar gritos contra los policías, como ‘asesinos’, no se oye a Merino apelar a cometer actos violentos.
Otras grabaciones recogen las cargas policiales y la detención de Alberdi, que porta una pancarta con los brazos en alto, es empujado por un policía, tras lo que es detenido y arrastrado por dos agentes hasta un vehículo policial.
Los acusados
Pablo Alberdi fue el primero en prestar declaración y negó la acusación que le acarrea la principal petición de pena, haber lanzado a una piedra que hirió a un agente en una pierna.
Relató que llevaba una pancarta de cartón en lo alto «pidiendo calma y serenidad» ante la «tensión que se notaba en el ambiente», cuando, según relató, un policía se le acercó, le empujó y fue detenido por dos agentes que le arrastran al coche, donde permaneció durante 20 minutos.
Negó haber insultado a los policías, quienes, dijo, le pegaron en los calabazos y se quejó de que le «apretaron mucho» las esposas.
Por su parte, Jorge Merino se encargó de lanzar proclamas y, aunque reconoció que fue informado de que se habían producido incidentes en Burger King y otros lugares, llamó «a la calma y al boicot comercial», y nunca a adoptar «medidas de fuerza».
Relató que, «emocionado por el éxito de la huelga», abandonó la concentración poco antes de las nueve para irse a trabajar a San Adrián -la huelga en el turno de noche comenzó el día anterior, aunque no pudo secundarla por estar en servicios esenciales- y que supo al día siguiente que le buscaba la Policía, donde acudió acompañado de su abogada, Henar Moreno.
Los policías
También prestaron declaración cuatro mandos policiales, incluido el que entonces era Policía Nacional y jefe del dispositivo de seguridad, Fernando Fernández Beneite, comisario jefe de la Policía Local de Logroño desde 2013.
En un tenso interrogatorio con el abogado de Alberdi, Endika Zulueta -la juez les invitó varias veces a tener una conversación «más agradable»-, relató que los manifestantes, que estaban «bastante agresivos» proferían insultos contra los policías a los que lanzaron diversos objetos, como piedras, pilas o globos con pintura.
Contó que en la primera carga policial -hubo tres aquella noche-, que adoptó tras ser informado que un agente había sido «alcanzado con una piedra», uno de los manifestantes, Pablo Alberdi, se le «encaró» y le tiró una pancarta a la cara, momento en el que, según dijo, adoptó la decisión de detenerlo. «Fue entonces cuando un compañero me dijo que él era el de la piedra», recordó Beneite, quien afirmó que los manifestantes «se pusieron muy violentos».
Un segundo policía fue ayer el único de los declarantes que aseguró que Alberdi había arrojado una piedra a otro de los agentes. En concretó, afirmó que, aunque no le vio la cara «porque iba encapuchado», distinguió que el agresor era «alto, delegado, con chaqueta negra, guantes y pantalón de camuflaje», a quien identificó después «por dar una patada en la espalda» al jefe del operativo, aunque Fernández Beneite no lo incluyó en el atestado, momento en el que Alberdi fue detenido.
Un tercer policía declaró que fue consciente de que «un objeto golpeaba» a uno de sus compañeros en la pierna, lo que no le impidió continuar con el servicio. Aseguró, no obstante, que no sabe quién arrojó la piedra.
Sobre los vídeos de la acusación
Endika Zulueta, miembro de la Comisión de Defensa de la Asociación Libre de Abogados, introdujo varias cuestiones en los trámites previos, y entre ellas exigió la declaración de quienes destruyeron las grabaciones de las cámaras fijas del Palacete del Gobierno regional.
Zulueta mostró su extrañeza por la inexistencia de videos presentados por la acusación. Con Fernández Beneite, que había manifestado que el video grabado por un miembro de la Policía Científica contenía imágenes «borrosas y temblorosas donde no se podía identificar a nadie», mantuvo un tenso interrogatorio, como así constató la propia juez.
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